Quedarse en casa y no tener contacto social
probablemente
sea una situación estresante
para los niños y niñas de cualquier edad,
así que
los adultos necesitan darles algunos
mecanismos para que lidien con la
situación.
Algunas acciones que pueden implementar:
- Seguir un horario (por ejemplo, actividades educativas durante la mañana, tiempo de actividades libres en la tarde) puede ayudar a todos a generar la sensación de un ambiente predecible, ya que la constancia ayuda a los niños y niñas a
sentirse seguros.
- Incorporar rutinas entretenidas a su día:
cuentos, juegos en familia, manualidades,
cocinar en familia, ayudar en labores
hogareñas: hacer la cama, poner la mesa,
retirar los platos de la mesa, ya que
así
se sentirán útiles y contentos consigo mismos.
- Escuchar música, bailar o saltar a su ritmo,
cantar muy fuerte, liberando así energía.
- Invitar a los niños y niñas a compartir cómo
se
sienten acerca de estar separados de sus
amigos y familiares menos directos, y
que
les ayuden a organizar planes para que estén
en contacto con ellos: visitas
virtuales,
llamadas telefónicas o incluso, cartas.
- Es importante también que los adultos, expliquen
que, si bien esta interrupción es difícil, se trata de algo temporal y que se
hace para cuidar que las personas no se enfermen. Igualmente es necesario
limitar la exposición de los niños y niñas a las noticias y las redes sociales.
Durante este período será especialmente necesario acoger y
dar consuelo efectivo a los niños y niñas, contenerlos, pasar más tiempo con
ellos, jugar juntos, abrazarlos y mantenerlos cerca. Junto con esto, será
esencial mantener los espacios de conversación, escuchar sus preguntas, y darle
explicaciones simples, reales y breves; y también ayudarlos a expresarse, ya
sea verbalmente o a través de dibujos o juegos. Es importante conversar con
frecuencia, validar lo que piensan y sienten, aclarando sus dudas.
Los invito como
padres a poner en práctica estas sugerencias que nos entrega la
subsecretaria de educación Parvularia, para ayudar a nuestros niños en esta difícil
situación.
Rosita Carreño Marchant
Educadora de Párvulos IRM